Análisis de una imagen histórica con finales muy distintos




HOMBRES Y MÁQUINAS. Si bien el término Revolución Industrial se refiere al período revolucionario vivido en la lejana Inglaterra entre los siglos XVIII y XIX, se acepta también que en la historia chilena se considere una revolución industrial entre los siglos XIX y la primera parte del XX. Los hombres, mujeres y niños de estos siglos forjaron sus vidas en torno a las máquinas. 

Cuando los primeros industriales hacían su arribo a la zona del Golfo de Arauco, la minería del norte chileno se hallaba en un buen período y la demanda de carbón se acrecentaba cada dia. En ese entonces el carbón se importaba desde Inglaterra y se utilizaba en los hornos de fundición de cobre y en el transporte marítimo. La llegada del ferrocarril al norte en 1851 significó que los industriales de aquellos años buscaran el carbón en las tierras nacionales. De aquella búsqueda nacieron los Urmeneta, los Alemparte, los Schwager, los Cousiño y tantos otros hombres que forjaron su "fama" en torno al oro negro del golfo de Arauco.

La revolución industrial chilena se desarrolló con fuerza en la provincia de Concepción, ya que en esta zona se hallaba el principal recurso para mover la industria nacional; el carbón. 


Obreros cargando carbón en las naves antes de que existiese el Gran Cargado Móvil sobre el Muelle.


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El señor Cousiño (fundador de las minas de Lota) contrató en Europa a ingenieros, técnicos y personal calificado para trabajar en el Establecimiento. Con ellos arribaban los conocimientos avanzados de los ingleses, los que no tardaron en emplearse en la industria local. Desde el extranjero llegaron también las costumbres de la época y la arquitectura (casas del Parque; 1860; casa Moller; 1864, Palacio Cousiño; 1885,  Parroquia Lota Bajo; 1897, Cuartel de carabineros; 1880, Pabellón de los ingleses; 1904 y un larguísimo etcétera), pero también llegaron con los extranjeros las manos firmes sobre los trabajadores.

Don Nicolás Moller, marino dinamarqués, fue el primer alcalde que tuvo Lota, allá en la lejana fecha del 1 de diciembre de 1881. El mismo señor Moller se había desempeñado como subdelegado civil y marítimo durante la Guerra del Pacifico. Este famoso personaje lo encontramos a la izquierda de la fotografía, apoyado por un bastón. Junto a él tenemos otro conocido hombre industrial; don Thompson Mattews quien se desempeñó como gerente de la Empresa entre 1899 y 1904. Al señor Mattews lo vemos en la fotografía junto a un muchacho; él es su hijo, quien también se desempeñaría en lo mas alto de la industria minera. Otro muchacho industrial acompaña al extremo derecho de esta fotografía (cuya pose parece muy juvenil contrastada con la de los hombres anteriores). Hay un par de hombres sobre la locomotora; uno es mas viejo que el otro, pero de ellos no sabemos nada. En los libros de la época nada se escribió sobre sus vidas, es mas, solo aparecen en esta imagen. Son los hombres anónimos cuya existencia siempre se vio opacada por el brillo de los industriales. Seguramente la vida de estos hombres no era muy agradable pues, al menos uno de ellos no presenta mucha importancia frente al fotógrafo que captura el momento, es mas, su mirada está perdida en una alta chimenea que exhala un negro humo.

Terminada la fotografía los industriales famosos abandonan velozmente el lugar hasta las oficinas administrativas, allí seguramente alguien los espera con alimento y bebidas calientes, mientras, los anónimos sobre el ferrocarril continúan su travesía por entre el oscuro y largo túnel que atraviesa el Parque. 


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