UN PASEO AL CEMENTERIO DE LA CIUDAD DE LOS MINEROS



Recorrer Lota es una verdadera aventura, un momento! me dices que eso incluye su cementerio!!!...así es, señoras y señores, si hay un sitio único sobre este planeta, ese es el cementerio de Lota. Para llegar a él me dicen que debo tener buenos pulmones y fuertes piernas, pues debo caminar bastante por una colina, vamos a ver.
Atravesando la calle, con un poco de apuro, pues el trafico es abundante, una pequeña cuesta acompaña al caminante, a modo de introducción a todo lo que subiríamos mas tarde. Esta pequeña calle sube hacia la derecha y ya en su parte superior hay entre 4 o 5 puestos de flores, hermosas y tan coloridas. Su dueñas, muy sonrientes nos mueven sus cabezas en señal de bienvenida a estas tierras, se nota al parecer que no somos de este lugar. Frente a nosotros, una simple entrada, cuyos muros de ladrillo se hallan pintados de blanco. Hay casitas pequeñas que colindan con una de sus paredes!. En el muro principal se lee: "Cementerio Municipal de Lota". Atravesamos el lugar y la magia ocurre: bellas estatuas hay a su entrada, son dos ángeles cuyas alas parecieran haber sido diseñadas por el mismo Dios!, junto al ángel de la mano derecha hay un enorme mausoleo cuya pertenencia no diré (!) pero, es bello, bello, robusto y de colores llamativos.



Hacia donde ir? si luego de haber entrado el camino se divide en tres!, seguimos de frente hasta un edificio que dice "Cuerpo de Bomberos de Lota", aquí descansan aquellos valientes mártires que han dado sus vidas a favor de los inocentes, un vistazo al interior y nos perdemos entre tantas flores, es que las familias, las verdaderas familias, nunca olvidan a los suyos. Siguiendo por la izquierda de este mausoleo hay un gran árbol, bastante frondoso, de forma circular, que aporta con abundante sombra a las cientos de tumbas que le rodean. Llegamos hasta arriba, no sin detenernos a descansar varias veces. Hay que tener pulmones para ser lotinos y subir acá! es que este cementerio, queridos lectores, se halla en plenos cerros de Lota, en una colina que se extiende por varias hectáreas de amplitud; son 24 enormes cuarteles.





Pronto, nos topamos con Cristo, un enorme Cristo en una cruz, es hermoso y al parecer, nuevo, pues está muy bien mantenido, le rodean dos estatuas de la virgen, una de ellas de blanco completamente, la otra con una capa celeste...hermosa! Ya en este punto nos damos cuenta de la panorámica que se tiene desde aquí: allá, a lo lejos observamos dos cerros: son los cerros de Hualpén! la Isla Santa María se halla allá al frente de Lota y al sur...waaa! El Imponente Golfo de Arauco; ¡pero que vista tienen los difuntos!.

El viaje continua rodeando esta zona, nos dirigimos hacia un árbol grandote, desconocemos que especie es, sin embargo es el mas grande de toda la zona y ya lo habíamos visto a penas llegamos a Lota Alto. Nos llama la atención que numerosos mausoleos se levantaron a su alrededor, venciendo las poderosas raices. Estos mausoleos están bellamente decorados por pinturas referentes a textos biblicos. El viaje continúa.



Junto a este inmenso árbol hay un pasaje, estrecho, pero rodeado a ambos lados por, a mi gusto, los mas hermosos mausoleos de todo el cementerio, no son muy grandes, pero todos tienen lineas arquitectónicas similares y todos están perfectamente alineados hasta el final de la calle. El aseo en este callejón, a nuestra sorpresa, está bastante bien, hasta el momento solo hemos visto unos cuantos papeles a la entrada, es que en el cementerio de Lota hay grandes basureros repartidos por todos los cuarteles. Llegamos al final de la calle, y en frente nuestro, pequeñas casitas de madera cuelgan desde los cerros, es una de las poblaciones mas grande de Lota; la famosa Cantera.


Seguimos esta vez en un plano inclinado, aquí nos detenemos frente a un anciana que ofrece helados a un muy bajo precio, que rico, y cuanto calor hace!. Una vez que hemos descendido nos topamos con la zona mas vieja de este cementerio, al parecer, anterior a 1900, pues sus lápidas asi lo dicen. Uno de estos mausoleos dice: Familia Moller, mas tarde averiguaríamos que aquí descansaba el primer alcalde de Lota, un viejo marino dinamarquéz que llegó a la ciudad en el siglo pasado. La puerta oxidada y entre abierta nos recuerda la historia de este pueblo, marcada por la industria minera. Unos metros mas abajo hay otras lapidas y mausoleos, la mayoría de ellos con apellidos extranjeros, son los viejos ingleses que se establecieron en el Lota Carbonífero de Los Cousiño.



En este mausoleo descansan los restos de de don Guillermo y don Gregorio Raby, ambos ingenieros jefes de las minas de Lota, contemporáneos del señor don Matías Cousiño.

Mausoleo del primer alcalde que tuvo Lota, don Nicolas Moller, un distinguido marino dinamarquéz , junto a su familia.


Volviendo hay una calle, amplia y hermosamente decorada con flores a su mano izquierda, bellos árboles de baja altura decoran el camino. A un costado, mausoleos, grandes y pequeños y entre estos, hay algunos destruidos por ese desgraciado sismo del 2010, viejos cercos oxidados y restos de ladrillo refractario, salido desde la fábrica Lota, indican lo que había aquí antes.


Para revisar impactantes imágenes del estado en que quedó el cementerio luego del terremoto de 2010 puedes seguir el siguiente enlace



Ya regresamos al mismo punto de entrada, pero, una sorpresa mas nos aguardaba, ahí estaba: Baldomero Lilllo y su tumba...pero que honor!, ni aún puedo describirlo, estoy frente al popular escritor de Subterra!

La salida nos espera, el sol decae.

Finalmente, querido amigo, puedo concluir: este cementerio es único, especial y lo mas importante, está bien cuidado por la municipalidad, o al menos eso fue lo que vimos. Lotinos, guarden su historia, si quieren aprender de ustedes mismos, vallan a su cementerio.



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