La llegada de Los Cousiño a Lota, trajo una serie de adelantos en varios sectores, incluyendo la salud, fue
así que ya para 1852 se registraba el primer Hospital en el pueblo. Se trasladó a su actual ubicación (cerca de la Parroquia de Lota Alto) a principios de la década de 1870, apareciendo ya en planos de la época.
Un escritor de aquellos años señalaba;
moderna factura y por cuyo progreso la familia Cousiño se ha venido preocupando
preferentemente, habiendo destinado gran parte de su dinero para
mejorarlo y dotarlo como es menester. Fué trasladado al actual sitio en 1870.
Atienden el Servicio Médico de la Compañía seis facultativos, dos matronas
(aparte de las que la Caja de Seguro destina a su Sección Madre y
el correspondiente personal administrativo. Para las enfermedades de los ojos
y Sección Niños, la Compañía dispone de dos médicos especialistas.
También dispone de equipo de traumatologia y Gabinete de Mecanoterapia,
para atender los casos de accidentes del trabajo"
Los 100 años del carbón de Lota, Octavio Astorquiza, 1952
Los sucesivos terremotos que azotaron nuestra zona modificaron notoriamente las instalaciones, esa es la razón de la variación de su fachada en cada periodo.
Para cuando se terminaba el ciclo del carbón, Lota se encontró a un paso de convertirse en pueblo fantasma; se abandonaron edificaciones de antaño, incluyendo importantes instalaciones mineras. El Hospital de la Compañía Explotadora de Lota y Coronel se mantuvo en servicio hasta la dirección de ENACAR, funcionando aun en plenos años 90. Las vueltas de la vida lo entregaron al abandono y al saqueo.
Hace algunos años se restauró una parte del edificio para instalar oficinas del municipio local, el otro sector, sin embargo, continuó abandonado, bajo el cuidado de personas que hacían de sus salas verdaderas salas para la drogadicción y el alcoholismo. El terremoto de 2010 afectó de manera importante el edificio, aunque se mantuvo firme hasta hoy.
La madrugada de este domingo 29 de diciembre, cerca de las 4 AM, un gigantesco incendio destruyó el ala sur del edificio; su fachada principal, allí, donde se recibían las ambulancias. Es probable que los "cuidadores ilegales" que se entretenían en el lugar, sean los responsables de una perdida patrimonial irrecuperable. Todo se podría haber evitado si el lugar contara con mayor protección y algo tan básico como un cerco.
Culpables? como siempre, son muchos; los delincuentes han decidido destruir, pero las autoridades han decidido no tomar parte en el cuidado de nuestros edificios.
Esta mañana, la estatua de don Matías Cousiño observaba con dolor, como el Hospital que él mismo levantó para los mineros hace mas de un siglo, ardía para siempre.
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